Las páginas de estos dos libros están realizadas en fieltro blanco y azúl, dependiendo de la actividad. El tamaño es de 25 cm de ancho por 28 cm de alto.
Fui realizando cada hoja de forma individual, dejando un margen en el lado derecho o en el lado izquierdo (para poner los "ojetes de toldo"), según fuera su posición. Una vez terminadas todas ellas, las fui cosiendo de dos en dos, para formar cada hoja del libro.
Os recomiendo que cuando pongáis velcro, la parte suave vaya en la página, y la parte áspera en los complementos de la actividad, y así evitaréis que se llene de pelusa.
Cuando comencé a coser el velcro a los complementos de las diferentes actividades, descubrí que por mucho que se pareciera el color del hilo al del fieltro, al final las puntadas se notaban. Hay una manera fácil, no hay que atravesar todo el fieltro. Hay que dar las puntadas cogiendo algunas fibras del fieltro, pero sin atravesarlo, y asi queda resistente y estético.
Otra cosa que comprobé es que la fuerza de nuestros pequeños es débil, por eso no hay que poner demasiado velcro (parte áspera) a los complementos. Únicamente el suficiente para que quede pegado, pero que sea sencillo para que el niño pueda pegar y despegarlo con facilidad. Por eso se gasta más velcro de la parte suave que de la parte áspera.
Os puedo decir que el coste de los materiales no es caro, pero la inversión en horas es infinito, aunque bien merece la pena. No encontraba fin. Puesta manos a la obra, las ideas fluían. El final lo puso el calendario, puesto que tenían que estar para el día 5 de enero. No sólo disfruté muchísimo haciendo estos libros, si no que desarrollé mi creatividad y mi organización, y de paso, fui conociendo el aprendizaje de los pequeños en su etapa de crecimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario